ALEX-BACH , Manejo, Nutricion

Alimentación durante las primeras edades

Calostro: más allá de las inmunoglobulinas

Tras el nacimiento la ternera debe empezar a recibir nutrientes a través de la alimentación. La primera fuente de nutrientes es el calostro. Esta secreción mamaria ha sido, y es, comúnmente considerada como una fuente de inmunidad, pero con frecuencia se olvida que es un alimento con una altísima densidad energética y con un aporte de proteína de alto valor biológico. De hecho, parte de los beneficios de ofrecer un buen encalostramiento sobre la salud de la ternera no se deben a un aporte de anticuerpos al animal, sino a un aporte de fuentes de energía y proteína para un correcto funcionamiento del sistema inmmunitario.

Por lo tanto, lo primero que hay que hacer tras el nacimiento es aportar un mínimo de 2-3 litros (dependiendo del tamaño del animal) de calostro de buena calidad (básicamente que no tenga un alto recuento de bacterias debido al uso de recipientes inadecuadamente desinfectados). Ofrecer el calostro con biberón o con sonda esofágica no varía la eficiencia de absorción de los anticuerpos cuando se aportan volúmenes elevados (3 litros en la primera toma); pero el método de ofrecer el calostro tiene un claro efecto cuando se aportan volúmenes inferiores (la absorción de anticuerpos mejora cuando el calostro se ofrece en biberón).

Tradicionalmente se ha enfatizado el contenido de inmunoglobulinas (IgG) en el calostro, pero a mi entender hay aspectos mucho más importantes en este alimento que las IgG. Por ejemplo, si se alimenta inadecuadamente a la vaca gestante durante las 3 semanas previas al parto, el contenido de IgG del calostro no cambia, pero cuando las terneras consumen el calostro procedente de madres que fueron restringidas antes del parto no son capaces de absorber con eficiencia las IgGs calostrales (Figura 1). Esto es principalmente debido a que el calostro es rico en hormonas y factores de crecimiento esenciales para el correcto desarrollo del tubo digestivo, y una alimentación inadecuada de la madre altera el contenido de hormonas en el calostro (y no de IgGs).

Figura 1. Absorción de IgG calostrales en terneras nacidas de vacas correctamente alimentadas que consumen calostro de vacas correctamente alimentadas o con una restricción alimentaria del 60% (Adaptado de Hough et al., 1990).

 

Figura 1

Lactorremplazante

Tras el primer o segundo día de vida, se puede (y debe) cambiar el calostro por un lactorremplazante (o bien leche de tanque, pero nunca leche de descarte). El lactorremplazante (LR) debería aportar un mínimo de 24% de proteína y un 20% de grasa. En estas edades, la ternera apenas consumirá alimento sólido, y por tanto todos sus nutrientes para crecer y luchar contra patógenos depende del consumo de LR, por ello es de vital importancia ofrecer volúmenes generosos de LR, como mínimo 6 litros al 12.5 o mejor al 15% de sólidos, para aportar un mínimo de 750 ó 900 g de sólidos por día (lo que debería permitir un crecimiento superior a los 600 g/d durante las dos primeras semanas de vida).

El calostro es un alimento con una altísima densidad energética y con un aporte de proteína de alto valor biológico

En el campo, un error muy común consiste en restringir la cantidad de leche durante los primeros días de vida por temor a las diarreas. Si hay diarreas al aumentar la oferta de leche es debido a que, o bien no se mezcla correctamente (o consistentemente), o bien los protocolos de desinfección no son correctos (o ausentes).

Alimento sólido: desde el primer día de vida

Otro aspecto a cuidar es el tipo de alimento sólido que se ofrece. Éste debe estar presente desde el primer día de vida. Es recomendable que el starter sea en formato pellet (para evitar finos), con un alto nivel de almidón (>40%) y un nivel de proteína alrededor del 20% (en materia seca).

Los ingredientes del starter deberían tener un alto nivel de palatabilidad y, por tanto, se deben evitar la avena, la colza, los granos de destilería, el corn gluten feed, etc... Además, las terneras deberían tener libre acceso a paja o heno de gramíneas con alto nivel de fibra neutro detergente (>65%) picados a 2.5 cm. Nuestro equipo de investigación demostró que el consumo de sólidos puede aumentar hasta un 30% (Figura 2) cuando las terneras tienen acceso a paja picada (o henos de gramíneas con una alto nivel de fibra neutro detergete) y un starter en formato pellet.

Figura 2. Consumo de sólidos en terneras expuestas a starter, starter más alfalfa picada, o starter más paja picada (Adaptado de Castells et al., 2012).

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