Cómo aprovechar el comportamiento social para mejorar la producción y la salud de las terneras
Los rumiantes tienen un marcado comportamiento social gregario. Es decir, son animales que, ante la oportunidad, prefieren realizar conductas en grupo. Por lo tanto, mantener terneras jóvenes aisladas podría ir en contra de la conducta natural de estos animales. Durante muchas décadas, el temor a la transmisión de enfermedades entre terneras ha llevado a sistemas de producción basados en el aislamiento animal durante los primeros meses de vida. Sin embargo, esta recomendación que a priori parece lógica no está basada en datos o estudios que constaten su eficacia. De hecho, existen ya varios estudios que indican que agrupar a las terneras a edades tempranas puede ser más beneficioso que mantenerlas aisladas hasta el destete.
Beneficios de agrupar terneras a edades tempranas
Uno de los primeros estudios que evaluó la posibilidad de agrupar terneras a edades más tempranas (sin tener que esperar al destete) fue el de Bach et al., (2010). En este estudio, que involucró a más de 500 terneras, se demostró que agrupar a las terneras justo en el momento del pre-destete (momento en que se empieza a reducir el aporte de leche y por tanto empieza a aumentar el estrés del animal) resultaba en mejores consumos de materia seca (Figura 1), mejores crecimientos y, a pesar de que no hubo diferencias en la incidencia de procesos respiratorios por animal, disminuyó el número de recaídas en comparación con las terneras que fueron agrupadas en el momento del destete.
Agrupar terneras en el pre-destete resulta en mejores consumos de materia seca, mejores crecimientos y menores recaídas de procesos respiratorios.
El aumento de consumo de alimento sólido al agrupar las terneras fue debido, en parte, a la facilitación social. Es decir, al agrupar las terneras, el hecho de que una ternera se levantara para acceder al comedero representaba un estímulo para el resto de compañeras, que eran estimuladas a seguir a la primera ternera y al poco tiempo la mayoría de terneras se encontraban en el comedero.
Este es un buen ejemplo del uso de la conducta animal no sólo para mejorar la productividad (que aumentó al aumentar el consumo), sino también para mejorar la salud, pues al estimular un mayor consumo de alimento también se consigue un mayor aporte de nutrientes para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Además, este estudio también demuestra que las terneras superan mejor las situaciones de estrés cuando están en grupos que cuando estás aisladas.
Figura 1. Evolución del consumo de alimento sólido por parte de terneras que fueron agrupadas en grupos de 8 animales en el pre-destete (49 d de edad) o al destete (56 d de edad). Adaptado de: Bach et al. (2010).
Otro estudio del mismo año (Paula Vieira et al., 2010) mantuvo terneras en grupos de dos animales desde los 4 días de edad hasta el destete, y luego al agruparlos reportó que durante los primeros 10 días después del agrupamiento, las terneras que habían estado aisladas consumían menos pienso que las que habían estado socializadas (Figura 2). Uno de los motivos de esta respuesta podría ser que las terneras que habían estado aisladas tuvieron que dedicar más tiempo a socializar (era la gran novedad, pues nunca hasta el momento habían podido interaccionar con otro animal), que las que ya estaban en pares antes del destete y, por tanto, dispusieron de menos oportunidades para ingerir alimento.
Por tanto, agrupar terneras antes del destete no sólo mejora el consumo de alimento sólido durante la fase en que se suministra leche, sino también durante los días siguientes al destete.
Figura 2. Evolución del consumo de concentrado después del destete en terneras que habían estado criadas individualmente o en grupos de dos hasta el destete. Adaptado de: de Paula Vieira et al. (2010).
La sociabilización para reducir la incidencia de patologías respiratorias
Otra posibilidad de aprovechar el comportamiento social de las terneras radica en la prevención o paliación de los problemas respiratorios tras el destete. En un estudio del IRTA (Bach et al., 2011) se demostró que la consideración del historial clínico como criterio a la hora agrupar terneras disminuye de forma efectiva la incidencia de patología respiratoria.
El estudio muestra cómo conseguir reducciones en la patología y retrasar su aparición una semana (lo que representa un 10% más de peso vivo del animal cuando enferme, y por tanto tendrá más recursos para superar la patología) cuando se forman grupos de terneras que nunca han tenido patología respiratoria anteriormente. En cambio, si se mezclan terneras que han padecido problemas respiratorios con terneras sin historial clínico, a pesar de que en el momento en que se agrupen todos los animales estén sanos, la patología respiratoria aparecerá antes y con mayor casuística (Figura 3).
Figura 3. Evolución del consumo de concentrado después del destete en terneras que habían estado criadas individualmente o en grupos de dos hasta el destete. Adaptado de: de Paula Vieira et al. (2010).
Referencias
- Bach, A., C. Tejero, and J. Ahedo. 2011. Effects of group composition on the incidence of respiratory afflictions in group-housed calves after weaning. J. Dairy Sci. 94:2001–2006. doi:10.3168/jds.2010-3705.
- De Paula Vieira, A., M.A.G. von Keyserlingk, and D.M. Weary. 2010. Effects of pair versus single housing on performance and behavior of dairy calves before and after weaning from milk. J. Dairy Sci. 93:3079–3085. doi:10.3168/jds.2009-2516.
- Bach, A., J. Ahedo, and A. Ferrer. 2010. Optimizing weaning strategies of dairy replacement calves. J. Dairy Sci. 93:413–419. doi:10.3168/jds.2009-2682.