¿Cuál es el impacto del crecimiento pre destete y la salud en el potencial productivo de mis novillas?
Una vez analizada la toma de calostro, la segunda y tercera etapa crítica, son el crecimiento pre-destete y la salud. Constituyen otras dos importantes “ventanas de oportunidad” sobre las que podemos actuar para conseguir el máximo potencial productivo de nuestras novillas.
¿Qué relación real existe entre ganancia de peso y producción de leche?
La nutrición antes del destete tiene entre 4 y 8 veces más efecto en la producción láctea que la selección genética tradicional.
En un estudio retrospectivo que evaluó el efecto de eventos ocurridos durante los primeros meses de vida en la producción de leche durante la primera lactancia de más de 1.200 vaquillas, la ganancia de peso diaria antes del destete reveló una asociación positiva muy significante: por cada kilo adicional de ganancia diaria de peso las vaquillas produjeron 888 kg más de leche durante la primera lactancia (Soberón, et al. 2013). Los resultados de esta evaluación mostraron que el 22 por ciento de la variación en la producción lechera durante la primera lactancia puede ser explicada con la nutrición durante los primeros dos meses de vida. Esto implica que la nutrición antes del destete tiene entre 4 y 8 veces más efecto en la producción láctea que la selección genética tradicional.
Debido a la gran correlación entre la ganancia diaria de peso pre destete y la producción de leche era importante establecer la consistencia de esta respuesta en distintos climas y bajo distintos sistemas de manejo. Por lo tanto, realizamos un meta-análisis de todos los estudios disponibles, en el que se evaluaron los efectos de la nutrición durante los primeros meses de vida en la posterior producción durante la primera lactancia.
El meta-análisis resultó en la estimación de que las becerras que consumen más nutrientes durante los primeros meses de vida producen 435 kg más leche durante su primera lactancia. Cuando se incluyó la ganancia de peso promedio en el análisis, por cada 1 kg de ganancia diaria de peso, las becerras produjeron 1.540.7 kg más de leche durante la primera lactancia (Soberón and Van Amburgh, 2013).
Impacto de la salud en la posterior producción de leche
Por otra parte, en el estudio retrospectivo previamente señalado, que evaluó el efecto de eventos ocurridos durante los primeros meses de vida en la producción de leche durante la primera lactancia, se observó un efecto prolongado de las infecciones respiratorias durante los dos primeros meses de vida.
Becerras tratadas al menos una vez con antibióticos por una infección respiratoria produjeron de promedio 492 kg de leche menos que las becerras que no fueron tratadas.
Becerras que recibieron al menos un tratamiento de antibióticos debido a una infección respiratoria produjeron en promedio 492 kg de leche menos que las becerras que no fueron tratadas por enfermedades respiratorias. Cuando una becerra recibió tratamiento por enfermedades respiratorias, su crecimiento pre destete mostró correlación con su producción láctea durante la primera lactancia, de forma que, por cada 1 kg de crecimiento extra, produjo 623 kg más de leche. Las becerras que no recibieron tratamiento por infección respiratoria por cada 1 kg de crecimiento adicional produjeron 1,407 kg más leche durante la primera lactancia.
Drackley et al. (2007) condujeron un estudio diseñado para evaluar el efecto de la alimentación pre destete en la producción de leche durante la primera lactancia. Este estudio fue repetido durante dos años. El primer año, animales que recibieron una mayor cantidad de leche durante los primeros dos meses de vida produjeron 1,331 kg más leche durante la primera lactancia que aquellas becerras que fueron restringidas durante el mismo periodo. El segundo año, las becerras que recibieron más leche durante el destete solamente produjeron 342 kg más leche, la principal diferencia durante estos dos años fue la presencia de una infección de coronavirus y rotavirus durante el segundo año que afectó a la gran mayoría de las becerras. Estos resultados indican que existe una correlación entre enfermedad y crecimiento.