¿Cómo elegir un buen lactoreemplazante? (I)
El uso de los lactoreemplazantes (LR) es la práctica más común en las granjas para alimentar las terneras durante el periodo de alimentación líquida. Este sustituto de la leche será la principal fuente de alimento que recibirá la ternera en sus primeras semanas de vida, por lo que saber elegir el LR adecuado es fundamental para maximizar el potencial genético del animal y minimizar el coste económico.
Un buen LR será clave para el correcto crecimiento, desarrollo y salud de nuestras terneras. Igualmente, los LR ofrecen una serie de ventajas que no podemos dejar de mencionar:
- Coste de utilización menor al de la leche de vaca
- Alimentación equilibrada a nivel nutricional
- Alimento homogéneo
- Mayor bioseguridad
- Mayor comodidad
Ahora bien, para elegir un buen LR debemos fijarnos primero en dos aspectos básicos: la cantidad y la calidad. En este primer post vamos a centrarnos en la cantidad de proteína y grasa que se utilizan para su formulación, subrayando los porcentajes mínimos que debería contener un buen LR.
La cantidad: ¿qué porcentajes debe contener mi LR?
Los porcentajes de grasa y proteína no pueden interpretarse por separado.
Como es lógico esperar, no todos los LR que ofrece el mercado son iguales. Muchos de los productos difieren en cantidad de proteína y grasa. Este hecho es importante porque el crecimiento de la ternera está regulado por la cantidad de proteína y energía que consume diariamente, por lo que distintos porcentajes tendrán un efecto directo en el rendimiento del animal.
La composición nutritiva para la proteína puede variar entre el 18 y 30%. Ahora bien, un buen LR para la recría no debería presentar porcentajes inferiores al 24%. Como muestra la Gráfica 1, incrementos en el porcentaje de proteína bruta en la fórmula resulta en un aumento del peso (y de la ganancia media diaria de los terneros).
Gráfica 1. eso medio de terneros alimentados con LR con distintos porcentajes de proteína. Fuente: Blome et al., (2003).
Además, mayores porcentajes de proteína (es decir, incrementar la relación proteína:energía) afectan otros componentes del crecimiento en terneros prerumiantes, incrementando la deposición de tejido magro, la retención de nitrógeno y la eficiencia.
Tasas de crecimiento mayores antes del destete, repercutirán positivamente en la futura lactación de la ternera.
En cuanto a la grasa, los porcentajes oscilan entre el 10 y el 28%, aunque los valores más habituales suelen encontrarse entre el 18 y 22%. Hay que puntualizar que los porcentajes de grasa y proteína no pueden interpretarse por separado. Por ejemplo, alimentar las terneras con elevados porcentajes de proteína, pero sin proporcionarles la energía necesaria para metabolizarla, resulta en un proceso caro para el animal, ya que aumentan las pérdidas de nitrógeno y disminuye el rendimiento. Esto implica que los LR tienen que formularse aportando suficiente energía para permitir el crecimiento y suficiente proteína para crecer.
La nutrición es uno de los principales factores ambientales que influye en la capacidad genética que tiene el animal para producir leche. Esto se traduce en que, entre otros aspectos, tasas de crecimiento mayores antes del destete, repercutirán positivamente en la futura lactación de la ternera (Soberon et al., 2012). Es por ello que proporcionar a la recría la alimentación óptima y de la máxima calidad, no solo repercute en el crecimiento y rendimiento de la ternera joven, sino también en su futuro como vaca de producción.