Genética, José Daniel Martínez
Mejora genética en 6 pasos
Emprender un programa de mejora es comparable a hacer un importante y largo viaje. Lo primero que tenemos que saber es dónde queremos ir y, solo una vez decidido, estudiar por dónde nos conviene más y qué medios utilizar. Para elegir el medio de transporte evaluaremos el coste y la rapidez, así como la comodidad y la seguridad. También cuánto de cerca nos llevará a nuestro destino final.
El ganadero criador tiene la oportunidad de orientar genéticamente el rebaño futuro. Como en todo viaje, es fundamental decidir el destino. Una planificación profesional con decisiones basadas en información de calidad aportará eficiencia al viaje.
Trasladado a la genética de las novillas el destino es el tipo de vaca que necesitaremos dentro de 5 años y más, de acuerdo con el tipo de explotación previsto y el producto que nos pagarán mejor (pastoreo, robot, leche líquida, quesos u otros derivados lácteos, etc.).
El camino a seguir y los medios de transporte equivalen en genética al propio diseño de la estrategia genética:
- seleccionar de qué hembras vamos a recriar y de cuáles no,
- cuánto vamos a multiplicar las mejores,
- qué toros vamos a utilizar y cómo acoplar de forma más o menos personalizada todos los individuos,
- y todo ello de acuerdo con índices de selección que serán nuestra brújula, que de alguna manera nos indican que vamos en la dirección adecuada.
La utilización de medios modernos a nuestro alcance como la tecnología genómica y las tecnologías embrionarias equivale a medios de transporte más rápidos y seguros cuyo mayor coste tiene que verse compensado por un mayor y más rápido retorno de nuestra inversión en este viaje.
Los seis pasos de un programa genético
Me gusta tanto el símil del viaje que he pensado que podría ser útil tabular los 6 pasos de un programa genético comparándolos con un viaje de placer importante en nuestras vidas (Tabla 1). Dado que la genética es un pilar estratégico de las ganaderías que está viviendo su momento dorado al ofrecer oportunidades que los otros campos ya están agotando.
Tabla 1. Símil entre un viaje de placer y un programa de mejora genética.
Nuestro importante viaje. Las vacaciones de nuestra vida |
vs |
Nuestro importante viaje genético. El futuro de nuestra ganadería |
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1º |
Decidir destino |
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De acuerdo con nuestras motivaciones. El que mejor cumpla nuestras necesidades o deseos. Si queremos ir a la playa no aprovechamos una promoción al Tibet |
Fijar nuestro objetivo. El tipo de vaca que será más rentable y duradera en las condiciones en que pensamos producir y por el tipo de producto que mejor venderemos |
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2º |
Evaluar punto de partida y medios disponibles |
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Desde donde vamos a partir, cuándo lo haremos, con qué presupuesto y de cuánto tiempo disponemos |
Hacer auditoría genética y presupuestos. Simular con cálculo económico diferentes estrategias posibles |
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3º |
Planificar el viaje |
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Escoger el itinerario más conveniente y el transporte de mejor relación calidad/precio. No siempre el más rápido o el más barato son opciones óptimas |
Diseñar la estrategia reproductiva y genética. Decidir el índice de selección de cabecera, organizar eficientemente las pruebas genómicas y el tratamiento de la información, definir el uso de semen sexado, cruce cárnico, embriones, etc. |
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4ª |
Tomar algunas precauciones |
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Contratar compañías fiables, no piratas. Desconfiar de promociones poco creíbles y leer la letra pequeña (contratos, seguros) |
Contratar asesoramiento profesional independiente, especializado y riguroso. Es una cuestión estratégica en nuestro negocio que merece dedicación y huir de la improvisación |
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5º |
Comprobar que vamos bien |
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En los puntos intermedios, transbordos, etc., seguro que nos aseguramos de que cogemos la dirección o el transporte correcto. Un error resulta fatal |
Medir evolución de resultados de acuerdo con el plan establecido. Evaluar el progreso genético conseguido y el nivel de inversión realizado respecto a lo previsto |
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6º |
Ser constantes y seguir nuestro programa |
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Si nos despistamos no llegaremos a tiempo al destino o llegaremos a otro lugar. Corregir la trayectoria nos puede costar mucho más tiempo y dinero que el óptimo previsto |
Al controlar la evolución continuamente podemos hacer pequeños cambios a tiempo que nos enfoquen mejor al objetivo. Evitar giros inesperados debidos a aburrimiento o influencias comerciales desviadas de nuestro plan y de nuestro objetivo |