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Durante los últimos meses la situación económica global ha sufrido altibajos impredecibles. En el caso de la ganadería lechera en Estados Unidos la crisis económica creada por la pandemia ha traído consigo, además de bajos precios de leche, una reducción en la capacidad de procesamiento de esta, lo que conllevó a la imposición de cuotas de producción en varias regiones del país.

Esta pandemia llegó tras un ciclo de varios años de bajos precios de la leche, por lo que muchos ganaderos están lidiando con dificultades económicas a las que nunca se habían enfrentado.

Primar la calidad

La decisión de qué costos han de recortar y qué tanto recortarlos, requiere de cuidadosa consideración. La ganadería lechera, al igual que otros sectores agrarios, está sometida a ciclos económicos que normalmente duran entre 3 y 4 años, si durante los ciclos de dificultad reducimos la inversión en el futuro, recortaremos la posibilidad de maximizar la producción durante los ciclos positivos.

Al tomar decisiones de cómo alimentar a las becerras y terneros, hay que considerar la necesidad que tendremos de estos animales, dentro de dos y tres años. En la mayoría de las ganaderías lecheras es recomendable criar menos becerras, pero criarlas lo mejor posible. Al criar menos recrías, seleccionaremos la mejor genética, reduciremos el costo total de la recría, pero, sobre todo, tendremos la posibilidad de invertir en el futuro del establo.

La importancia del calostro

Sin importar la condición económica del establo hay que recordar que el calostro está disponible en el establo de manera gratuita, no requiere de una inversión económica, sin embargo, tendrá un efecto rotundo en el potencial productivo de la becerra que lo recibe.

Es indispensable mantener la atención a la calidad, la limpieza y la cantidad de calostro que le proporcionamos a las becerras. La alimentación líquida durante los primeros 40 días de vida, alterará el desarrollo de la becerra y disminuirá la probabilidad de enfermedad. Ya sea que las becerras se alimenten con leche del tanque, con sustituto de leche o la combinación de ambos, es importante administrar suficiente leche, entre 8 y 10 litros diarios, para estimular crecimiento y desarrollo.

Ajustar la producción

Si es necesario reducir el costo de producción más allá de disminuir la cantidad de animales criados, el periodo entre 4 meses y un año es el más flexible, durante este tiempo, antes de la inseminación, podemos reducir los costos de producción sin repercutir de manera permanente en su potencial. Será importante ajustar la edad a la inseminación, para asegurar que las vaquillas alcancen un tamaño adecuado al parto.

La dificultad económica de hoy es la oportunidad económica de mañana. El productor que pueda mantener la visión a futuro y la disciplina para alcanzarlo, podrá cobrar los beneficios de sobrevivir a la crisis.