Manejo, Sergio Santos

¿Por qué merece la pena recriar a las novillas propias en una granja de nodrizas?: emociones

En las granjas de vacuno de leche prácticamente todas las novillas se quedan como reposición propia. En cambio, en las granjas de vacas nodrizas, solo las hijas de las mejores vacas o las que tengan un fenotipo “bonito” desde el punto de vista del ganadero quedarán como futuras madres.

En la mayoría de las explotaciones de vacuno no hay datos para valorar el coste que supone la recría. Pero por sí solos, el proceso de selección de los mejores animales, unido al componente vocacional que conlleva la profesión de ganadero, son suficientes para que la recría de las novillas merezca la pena. Ver cómo esa ternera que nació de esa vaca tan excepcional, con esa capa tan especial o con esa conformación tan buena, se convierte en una novilla y cría a sus propios terneros es una de las mayores satisfacciones que obtiene un ganadero de su trabajo.

Por ello la primera razón que explica el por qué merece la pena recriar en la propia granja son las emociones que se generan durante todo el proceso.

Pero, no todo es positivo…

Esta parte emocional también acarrea su parte negativa, ya que el esfuerzo y dedicación durante muchos meses para obtener una novilla contrasta con el miedo a que en el primer parto ésta se malogre por una distocia. Cuando hablamos con los ganaderos, la principal razón que esgrimen para no buscar el primer parto en torno a los 24 meses como todos los estudios recomiendan, es el miedo a que por ser aún demasiado pequeñas no puedan parir. Según el SITRAN (Sistema Integral de Trazabilidad Animal) en España el 44% de las novillas paren con más de 3 años de edad.

 

Según el SITRAN en España el 44% de las novillas paren con más de 3 años de edad.

 

El vínculo con sus animales durante tanto tiempo también supone un impedimento a la hora de decidir eliminar a una novilla por no ser fértil. La afirmación de “vamos a darle otra oportunidad” es en parte culpable de que un 17 % de las vacas españolas superen los cuatro años sin haber tenido aún su primer parto.

 

Como podemos observar, la parte de los sentimientos, como en todos los aspectos de la vida está muy presente en una granja de vacas nodrizas. Por ello, como asesores de las explotaciones, tenemos que ser capaces de valorarlos y lidiar con ellos cuando se oponen a las decisiones que consideramos más correctas desde un punto de vista técnico.