¿Por qué merece la pena recriar a las novillas propias en una granja de nodrizas? II: el poder de la información
A veces algunos ganaderos se engañan cuando van a comprar novillas. Debemos ser realistas, nadie vende a sus mejores animales. Es posible que lo que compramos sea bueno, y que las novillas nos encanten, pero casi con toda certeza el vendedor ya ha apartado a las que considera especiales para sí mismo.
Actualmente la genómica está en pañales en vacuno de carne, y no tenemos disponibilidad para realizar una prueba a una novilla que compremos. Por ello el poder de los datos toma especial relevancia.
Cuando seleccionas a tus propias hembras puedes disponer de una gran cantidad de información que nunca conseguirás de las que compres. Además del criterio obvio de la belleza del animal (fenotipo), debes centrarte en los caracteres que para ti son más importantes.
Características a tener en cuenta para elegir una buena novilla
En primer lugar, elige a las hijas de las vacas más fértiles, las que te proporcionan ese ternero anhelado cada año.
En segundo lugar, de las que tienen un intervalo entre partos menor, selecciona aquellas que destetan más kilogramos de ternero, es decir, que su cría pesa más.
Ten en cuenta también el instinto maternal y la capacidad de cría, que sea una vaca que realmente cuida de su ternero.
Fíjate en la producción de leche, que sea suficiente para tener un ternero sano y fuerte, pero que no sea excesiva para no tener problemas de mastitis en verano o al destete.
Elige a vacas que tengan un manejo sencillo, que sean dóciles y te permitan realizar las labores rutinarias sin pasar miedo porque puedan embestirte.
Selecciona a las hijas de las que nunca tengas que atender los partos porque paren siempre con gran facilidad. Y aquí entran dos factores: la conformación y el tamaño del ternero que nace y, por otro lado, la capacidad tanto anatómica como funcional de la vaca para parir.
Cuando seleccionas a tus propias hembras puedes disponer de una gran cantidad de información que nunca conseguirás de las que compres
Elige a las que mejor se adapten al medio ambiente donde vives. No es lo mismo una explotación con sequía y calor ocho meses al año, que otra con nieve y barro durante el otoño e invierno.
También a las que sean más resistentes a las enfermedades que haya en la zona en la que tengas la granja.
Y no te olvides de adaptar tus productos a lo que necesitan tus compradores (esto lo veremos con más profundidad en otra entrada del blog).
Toda esta información que hace que una vaca sea “buena” o “mala” nunca la vas a tener de los animales que compres. Y, si la selección se está haciendo correctamente, y sabiendo que la epigenética juega a su favor, ten en cuenta que las mejores hembras son las que proceden de novillas primerizas. Por ello, los criterios que usaste para dejarla como madre tendrán aún un peso mayor en tu ganadería.
Y una vez que eliges a tus mejores hembras para reposición, puedes utilizar toda la información que tienes en los catálogos de sementales para que con algo tan sencillo como la inseminación artificial consigas el cruzamiento perfecto. Con una gran fiabilidad podrás elegir por desarrollo muscular, esquelético, fácil parto, producción de leche, etc., que sumado a la selección materna te llevará en pocas generaciones a tener los animales con los que siempre has soñado.