Genética, José Daniel Martínez
Selección de novillas: cuántas y cuáles debo recriar
Las explotaciones que han encontrado su punto de equilibrio en cuanto a tamaño y producción se encuentran muchas veces con exceso de novillas. El uso de semen sexado ofrece una serie de ventajas y, a la vez, contribuye muchísimo a este excedente, y criar novillas de más supone un coste extra que reduce la rentabilidad y lastra otras inversiones con mejor retorno. Por otro lado, es precisamente este excedente lo que nos da la oportunidad de seleccionar.
Las dos ideas centrales que abordaremos en este post son por un lado la importancia de saber cuántas novillas necesitamos exactamente y, si tenemos exceso, establecer un criterio de eliminación.
¿Cuántas novillas necesitamos recriar?
El primer reto al que nos enfrentamos es calcular con la máxima precisión posible el nº de novillas que necesitaremos recriar. Para ello necesitamos saber:
- Datos de las vacas adultas:
- Nº de vacas a mantener constante
- % de reposición anual (% de eliminación voluntaria + involuntaria)
- Datos de las novillas:
- % mortalidad (bajas nacimiento-parto)
- Edad al 1er parto
- Nº de novillas en la actualidad
La tasa de eliminación junto con la edad al parto condicionan el número de novillas a mantener. Recomendamos fijar un margen de seguridad del 8%.
Ejemplo 1: granja de 1.000 vacas con 28% de tasa de reposición, primer parto a los 23 meses, con una recría actual de 695 novillas y un 5% de mortalidad o eliminación en novillas. Nuestro cálculo resulta en la recomendación de mantener 621 novillas (56 como margen de seguridad). En esta situación la granja tiene un exceso de 74 novillas (11% del efectivo de novillas).
Ejemplo 2: la misma granja anterior, pero simulando simplemente el parto a los 25 meses. El hecho de retrasar a los 25 meses la edad al primer parto aumenta drásticamente la necesidad de novillas. En este escenario todavía sobran 20 novillas, pero ya solo representan el 3%.
El criterio técnico más apropiado para seleccionar novillas, después del filtro zootécnico y/o sanitario, es el genético.
Una vez determinado el exceso de novillas, ya podemos esbozar un plan para escoger las que nos quedamos.
Este elegante estudio demuestra la importancia de una correcta alimentación de los mamíferos recién nacidos.
Selección genética de las novillas
El primer filtro debe ser zootécnico y/o sanitario: los animales que no dan el crecimiento debido, aquejados de patologías o portadores de alguna condición indeseable. A partir de ahí el criterio técnico más apropiado, es el GENÉTICO. Nos va a costar lo mismo recriar una novilla buena que una mala, pero el resultado de su productividad vitalicia será muy diferente. Criar las dos cuando solo necesitamos una es un error económico muy común, pero si decidimos escoger ¡podríamos eliminar la buena y guardar la mala!
Animales aparentemente similares en realidad esconden un valor genético muy diferente, y su productividad será muy distinta.
Para la selección genética de las novillas disponemos de sus índices genéticos de pedigrí, en el caso de animales de registro, o podemos calcularlo a partir del de sus padres y abuelos maternos, en el caso de animales sin índice. La tecnología genómica en ganado de leche ha puesto de manifiesto su superioridad en fiabilidad y eficacia a la hora de seleccionar las novillas que debemos de recriar. Animales aparentemente similares en realidad esconden un valor genético muy diferente, y su productividad será muy distinta.
A lo largo de una serie de posts iremos desgranando los detalles de la selección genómica, desde cómo plantear el programa en la granja y escoger el índice de selección personalizado, hasta las estrategias de cría posibles o la evaluación económica de los diferentes programas que podamos plantear. Estos serán los primeros temas que abordaremos.