Eial Izak, Manejo
El estrés calórico en terneras criadas en casetas individuales es altamente relevante debido a sus efectos en el bienestar animal, salud, crecimiento y rentabilidad económica (Lopez et al., 2018). Una reducción en la ingesta del alimento iniciador causada por una prolongada inactividad y discomfort puede contribuir a una baja tasa de crecimiento (Holts et al., 2014). Además, el estrés calórico en el período pre-destete puede comprometer la respuesta inmune (Dahl et al., 2020), llevando al incremento de la mortalidad de las terneras criadas en casetas individuales (Santman-Berends et al., 2019).
Estudio sobre el estrés calórico en la crianza de terneras
Un estudio retrospectivo se realizó para investigar la variación en la mortalidad de terneras por mes calendario y entre períodos termoneutrales y de estrés calórico en una granja lechera grande de Hungría (1,500-1,800 vacas en ordeño). Se recolectaron datos de 46,899 terneras entre 1991 y 2015, con 2,155 muertes registradas. La granja no aplicaba medidas para mitigar el estrés calórico. La tasa de mortalidad diaria fue más elevada en verano (87 – 119 muertes/10,000 terneras), especialmente en julio, donde alcanzó el 6.92%.
El riesgo de mortalidad en terneras de 0–14 días de edad fue el doble en comparación con las de 15-60 días cuando la temperatura media superó los 22ºC, en comparación con períodos de 5-18ºC. Una temperatura media de 22ºC o superior durante 3-5 días consecutivos se asoció con un incremento del 97-107% en la tasa de mortalidad. Olas de calor con temperaturas medias superiores a 25ºC por al menos 3 días consecutivos triplicaron el riesgo de mortalidad comparado con períodos termoneutrales.
Conclusiones
El estrés calórico está asociado con un aumento significativo en la mortalidad de terneras durante el verano, especialmente en los primeros 14 días de vida. El riesgo de mortalidad se duplica con temperaturas superiores a 22ºC y se triplica con olas de calor (más de 25ºC). Es crucial implementar medidas de mitigación del estrés calórico para evitar la mortandad de las futuras reposiciones en las granjas lecheras (Roland et al., 2016; Bakony et al., 2020).
