¿Qué pasa con el tamaño de las granjas lecheras a nivel mundial?
El tamaño de una granja es un factor determinante que condiciona su presente y futuro como empresa, y la forma más simple de medirlo es a través de la cantidad de animales en producción. Es indudable que está directamente relacionado con la producción y los ingresos, y también con el comportamiento de sus costes variables y la posibilidad de diluir sus costes fijos. Sin embargo, si al número de vacas en producción, le añadimos su producción, la importancia del tamaño cobra una dimensión diferente.
La realidad manda
Es evidente que las granjas de menor tamaño son aquellas de tipo familiar. Pero, ¿cuál es el mínimo necesario para que una familia viva de su granja?
Algunos estudios señalan, por ejemplo, que un matrimonio con un hijo vinculado a la actividad, en granjas de la Unión Europea (UE), debería producir en el margen de 400.000 a 500.000 litros de leche por año. Y esta cifra puede aumentar dependiendo de las expectativas y el nivel de vida de los integrantes de la familia. ¿Puede una granja con 40- 50 animales y entre 8.000 y 10.000 kilogramos de producción anual cubrir esa producción y continuar siendo viable? Para esto existe una respuesta teórica que dice que una explotación viable es aquella que permite a los propietarios vivir de la actividad, mantenerse en ella y reinvertir en la misma, de tal manera que asegure a la próxima generación un nivel similar de ingresos. Veamos que está sucediendo a nivel global.
La realidad manda
La figura muestra el predominio de granjas según el tamaño expresado en cantidad de animales, marcando una clara diferencia entre las regiones de explotación básicamente familiar y aquellas especializadas. Las granjas se pueden dividir en tres grupos: a) Pequeñas: 1 – 10 animales, sobrevivencia familiar, b) Medias: 11 – 100 animales, empresa familiar y c) más de 100 animales, perfil empresarial, trabajadores remunerados. En términos generales, los países desarrollados presentan menor número de granjas con más animales cada una, mientras que los países en vías de desarrollo presentan un mayor número de granjas con menos animales cada una.
Tanto la distribución de granjas según su tamaño como la cantidad de granjas son fenómenos dinámicos, y su análisis aporta elementos para entender hacia dónde se dirige el mercado global de la producción de leche.
Según la red IFCN (International Farm Comparison Network), el número global de granjas lecheras pasó de 117 millones en 2009 a 121 millones en 2014, con un aumento del 3,8%, y el análisis de esa dinámica, incluyendo el tamaño de las granjas, muestra comportamientos dispares según el país considerado.
En el periodo 1996 – 2014 en India se observa un leve aumento en las granjas de 30 a 100 animales, mientras que en Brasil ese aumento es mucho más marcado, y en USA el incremento de las granjas con más de 1.000 animales marca un claro patrón.
En el mismo periodo se puede apreciar la evolución de las granjas en Polonia, Francia y Dinamarca. En Polonia es notoria la disminución de las granjas pequeñas y el aumento de las medianas (10 – 30 y 30 – 100), mientras que en Francia hay una leve disminución de las medianas y un moderado aumento de las grandes (100 – 300). En Dinamarca es llamativo el nivel de disminución de las granjas medianas y el aumento de las grandes, aunque hacia el final del período la tasa de este crecimiento se haya moderado.
¿Qué podemos concluir?
Se tiende a granjas con mayores niveles de especialización, donde el volumen de producción sea atractivo para productores y procesadores
Tanto el tamaño como la cantidad de granjas lecheras forman parte de un proceso dinámico, y dicha evolución responde a factores de mercado, creciendo en tamaño y cantidad en aquellas regiones en las que las condiciones productivas y económicas son más favorables. De esta manera, los países desarrollados tienen un aumento marcado en términos de tamaño de granjas (número de animales), pero una disminución en la cantidad de las mismas. Por el contrario, los países en vías de desarrollo presentan una mayor cantidad de granjas de menor tamaño, y van desde la producción de subsistencia hasta granjas medianas de menos de 100 animales. Las granjas pequeñas son el 96% del total de granjas, y tienen el 60% del rebaño mundial de ganado lechero. Las granjas medianas son el 3,6% de las granjas y tienen el 26% del ganado lechero. Y las granjas grandes son el 0,3% del total de granjas, y tienen el 15% del rebaño lechero.
A pesar de todo esto, existe una clara tendencia en todas las regiones a crecer en el número de animales. Lógicamente dicho crecimiento depende de los recursos naturales disponibles, la disponibilidad de mano de obra y un entorno favorable en términos de precios de los insumos y productos.
Las granjas pequeñas son competitivas en términos de costes directos, y pueden resistir las consecuencias de la volatilidad de precios en el corto plazo. Sin embargo, enfrentan amenazas a largo plazo si no prevén una adecuada política de recapitalización. Hay un tamaño mínimo que marca la viabilidad de la granja, que está vinculado a los ingresos necesarios para que la familia se mantenga, y dicho tamaño mínimo puede variar en diferentes regiones y culturas; pero es evidente que cada vez se tiende más a granjas con mayores niveles de especialización, donde el volumen de producción es lo suficientemente atractivo tanto para los productores, como para los procesadores.
No obstante, es importante analizar y tener presente ese tamaño crítico, tanto a nivel de gobiernos como de entidades vinculadas al sector, a los efectos de administrar adecuadamente los programas de asistencia. Y más importante aún: el productor debe ser consciente de cómo el tamaño de su granja impacta en su realidad, sus decisiones y su calidad de vida.