Las novillas, ese importante grupo en el control de la mamitis
El potencial de la automatización
La mamitis sigue siendo una de las enfermedades más comunes en el ganado lechero, afectando a la producción en cantidad y calidad, así como también, a la salud y el bienestar animal.
Generalmente, con bajos recuentos de células somáticas, las novillas son el grupo que menos preocupa a la hora de pensar en la mamitis. Sin embargo, la incidencia de mamitis en novillas puede ser más alta que en las vacas multíparas (Navqui et al.,2018).
La mamitis clínica y subclínica
En los casos de mamitis clínica, con una mayor incidencia, los patógenos causantes de la inflamación son diferentes. Así, se da una mayor frecuencia de Streptococcus uberis y el Staphylococcus coagulasa negativos en novillas, mientras que en las vacas multíparas el Staphylococcus aureus gana importancia. Por otro lado, los coliformes son importantes tanto en primíparas como multíparas (Fox, 2009; De Vliegher et al.,2012).
Con respecto a las mamitis subclínicas, se ha visto que novillas con altos recuentos de células somáticas al principio de la primera lactación mantienen recuentos altos en posteriores lactaciones (Bludau et al., 2014). Todo esto hace que tanto el control de la mamitis clínica como de la subclínica en novillas sea de gran importancia, ya que estamos incidiendo en el futuro productivo de la vaca lechera.
Prevención de las mamitis en novillas
Existen diversas medidas que pueden ayudar en la prevención del desarrollo de futuras mamitis en novillas. Para comenzar, es recomendable no dar leche de descarte a las terneras, lo mejor es lactorreemplazante o pasteurizar la leche, sumando a esto la cría de las terneras previo al destete de forma individualizada, para evitar la succión de los pezones entre ellas. Esta es una buena opción para evitar la transmisión de bacterias de la boca al pezón.
Con respecto a las novillas antes del primer parto, deberían estar en establos con camas limpias, o en caso de estar en el campo, que sea sin barro en la medida de lo posible. Asimismo, se aconseja que estén separadas de las vacas secas.
Otra de las medidas clásicas en el ordeño en grupo, cuando se pueda realizar, es que las novillas sean las primeras en entrar a la sala de ordeño, estando en contacto con pezoneras lo más higiénicas posibles.
El alojamiento de la ternera es importante, así como el control de moscas, causantes de mamitis de verano en muchos países.
Por otro lado, es recomendable la vacunación contra la mamitis previa al primer parto de la novilla.
Como último consejo, y no menos significativo, se debe realizar el control efectivo de la mamitis en las vacas adultas, ya que este va a impactar también en la salud de la ubre de las novillas.
En conclusión, el control de la mamitis comienza ya mucho antes de la vida productiva de la vaca y de la primera lactación de la novilla, y es muy importante para el futuro de la vaca lechera, en lo que respecta a calidad de leche.
En próximos posts profundizaremos en los aspectos esbozados en éste para minimizar el impacto de las mamitis desde antes de que los animales empiecen a producir.
Referencias
Bludau et al. (2014) Mastitis in dairy heifers: Prevalence and risk factors. The Veterinary Journal 202:566-573
De Vliegher S et al. (2012) Mastitis in dairy heifers: Nature of the disease, potential impact, prevention, and control. J. Dairy Sci. 95: 1025–1040
Fox L (2009) Prevalence, incidence and risk factors of heifer mastitis. Veterinary Microbiology 134:82-88.
Navqui et al. (2018) Udder health in Canadian dairy heifers during early lactation. J. Dairy Sci. 101:3233-3247.