ZoetisEspaña

A lo largo de los años se han popularizado manejos de calostro en base a recomendaciones no siempre ciertas. En el presente post revisamos algunas de estas recomendaciones para clarificar su veracidad. A pesar de ello, hay que tener en cuenta que cualquier generalización es tan variable entre animales que es necesario realizar una medición directa una vez obtenido el calostro.

La obtención de calostro de buena calidad y un buen manejo del proceso es esencial para garantizar una inmunidad suficiente del ternero. Aunque la disponibilidad de calostro congelado es la mejor opción para su utilización en caso de emergencia, se han desarrollado suplementos y sustitutivos de calostro que, si fuera necesario, proporcionan una herramienta útil para minimizar los efectos del fallo en la transferencia de inmunidad pasiva.

La implantación de un programa de crecimiento acelerado (crecimiento prepuberal de 0,7 a 0,9 kg/d) resulta en una reducción en 2 meses de la edad a la primera inseminación y al primer parto. El mayor coste de la alimentación resulta en una reducción del margen durante los dos primeros años del programa, pero la inversión se recupera al final del tercer año. El retorno económico viene determinado por la mejora en la producción (75% aproximadamente) y los cambios demográficos en el rebaño (25%).

El manejo de las terneras lactantes en grupos aporta ventajas en el aprendizaje de patrones de alimentación, además de mejorar la capacidad de sociabilización. Estas condiciones mejoran la ingestión de materia seca del starter, la ganancia media diaria de peso y la adaptación a situaciones estresantes, lo que puede tener un impacto productivo importante a largo plazo.

El manejo de las terneras lactantes en grupos con amamantadoras automáticas permite conseguir un crecimiento acelerado y un buen estado sanitario de las terneras, mejorando su bienestar y flexibilizando las labores de manejo. El éxito, sin embargo, depende de la implantación de un protocolo adecuado de manejo y mantenimiento del equipo. El estudio de rentabilidad es esencial en la toma de decisiones respecto a su implantación.

Cuando los programas de crecimiento de novillas cumplen los objetivos recomendados, los beneficios más importantes serán la reducción del número de terneras de reposición necesarias, la reducción de los costes de producción (principalmente alimentación), la mejora de la producción, y la obtención de un avance genético más rápido.

En todo programa de mejora es necesario establecer a priori unos objetivos, las correspondientes medidas de valoración, y estrategias de corrección. En los programas de recría debemos considerar como medidas de valoración la morbilidad y mortalidad en los primeros 2 meses y en todo el periodo de crecimiento, el crecimiento en peso y altura, y la edad y condiciones de la ternera a la primera inseminación y al primer parto.

El calostro es un elemento imprescindible en el manejo de los terneros. La utilización de leche en la lactancia es una opción que debe considerarse en vista a las ventajas respecto al uso de lacto-reemplazantes. Sin embargo, la calidad higiénica (presencia de microorganismos) del calostro y de la leche juegan un papel importante en el crecimiento y la sanidad de las terneras, lo que justifica la necesidad de considerar estrategias de pasteurización. El uso de protocolos de pasteurización adecuados es importante para garantizar la conservación de las cualidades del calostro y de la leche.

En esta nueva entrada, continuamos analizando los efectos a largo plazo de la nutrición en la recría del vacuno de leche, en esta ocasión de la mano del experto Sergio Calsamiglia. Las recomendaciones tradicionales proponen el consumo de un 10% del peso vivo en forma de leche o lactorremplazante durante la lactancia del ternero, lo que supone de media 4 litros diarios de leche al 12,5% de materia seca (125 g/L) en dos tomas, equivalente a 500 g de materia seca diaria. Sin embargo, en condiciones naturales, los terneros maman de 8 a 10 veces diarias y consumen un total de 8-10 litros de leche y, a efectos prácticos, las terneras sufren una subalimentación al menos durante las primeras semanas de vida, cuando el ternero no tiene la capacidad de ingerir y digerir la cantidad suficiente de concentrado. El aumento del consumo de leche en las primeras etapas de vida mejora el crecimiento y repercute positivamente en el desarrollo y productividad de las terneras.

En el Síndrome Respiratorio Bovino (SRB), la vacunación es una estrategia preventiva que debe utilizarse valorando el riesgo y en función del retorno a la inversión. El análisis de los costes de vacunación y las consecuencias de no vacunar permiten establecer recomendaciones sobre la conveniencia o no de ésta. Con este fin, en este post se muestran los resultados de una simulación de una manifestación endémica de SRB en una explotación lechera. ¿Sabes cuáles son los riesgos económicos derivados del SRB y el retorno de los programas de vacunación? Averígualo a continuación.

Las necesidades de las terneras de reposición cambian de forma muy dinámica con el tiempo. En sentido estricto, sería bueno tener muchas dietas ajustadas a las necesidades de cada etapa. Pero en condiciones de campo, el tamaño de la explotación y la disponibilidad de espacios y de mano de obra, así como la gestión de la alimentación (preparación y distribución), determinarán el diseño final del programa de recría adaptado a las condiciones propias de cada explotación.